¿Cómo se trata?

Un globo ocular roto debe tratarse mediante cirugía lo antes posible con el objetivo de reconstruir el ojo y evitar complicaciones graves. Durante la intervención, el cirujano cerrará todas las heridas y reposicionará cualquier estructura anatómica que pueda obstaculizar el cierre de las heridas. El objetivo de la cirugía es estabilizar la lesión, controlar el sangrado y prevenir posibles infecciones. A menudo, esta no puede restaurar la visión completamente, pero aún así es importante cerrar correctamente el globo para poder preservarlo. Después de la operación se deberá hacer un seguimiento médico y tomar los medicamentos recomendados para evitar desarrollar una infección, como una endoftalmitis.