¿Cuándo debo de hacer una revisión oftalmológica a mi hijo pequeño?

Una revisión a los 2 años de edad permite una detección precoz de cualquier problema visual

 
A los 4 años es conveniente revisar la visión de nuestros hijos, ya que van a dar inicio en la escritura y la lectura. Problemas visuales no detectados con anterioridad pueden ser un obstáculo en las tareas escolares.
Ante cualquier síntoma como: frotarse habitualmente los ojos, cerrar o guiñar un ojo a menudo, acercarse en exceso al papel al dibujar, leer, escribir o al televisor, no ser capaz de concentrarse durante el estudio, entre otros sintomas, debemos acudir al oftalmólogo para descartar un problema visual.

– AMBLIOPÍA: “OJO VAGO”:   (oftalmología pediátrica)

El  “ojo vago” es un déficit en la visión de los ojos incluso con gafas. Las causas más frecuentes son la diferencia de graduación entre los dos ojos (anisometropía), estrabismo, nistagmus, ptosis palpebral, cataratas congénitas, etc.

El tratamiento antes de los 8 años es fundamental para que el  “ojo vago” no sea irreversible y se pueda conseguir una visión normal. Se trata mediante parches, filtros o graduaciones para estimular la visión del “ojo vago”, además de tratamientos de terapia visual que mejoran significativamente los plazos de recuperación.

NISTAGMUS ( oftalmología pediátrica )

Es un movimiento involuntario de vaivén en ambos ojos (temblor ocular) que dificultan la visión. En algunos casos el paciente gira la cabeza, adoptando posturas de cabeza torcida (tortícolis) que le permiten mejorar su visión.

Estos pacientes suelen tener ojo vago en ambos ojos y está asociado en muchos casos con estrabismos.